Froilán Alama: el bandolero
Froilán Alama, un campesino nacido y criado en una hacienda de Tambogrande, se inicia en el bandolerismo como respuesta a los abusos de los que fue víctima por parte del dueño de la hacienda, al ser injustamente acusado de robar unos troncos: “… un rudo bijamazo cruzó el pecho de Froilán… –No quieres hablar, ¿no?, dijo el patrón con rabia, y dirigiéndose a sus capataces ordenó: –Métanlo al cepo y denle duro para que aprenda a ser honrau… Ah, y se me larga de la hacienda (…). Se le azotó y humilló delante de sus amigos, sin que nada puedan hacer por él”. Y luego agrega: “… Dicen que lo vieron pasar al trote, de madrugada, con el corazón henchido de dolor, de odio, y que solo el grito agorero de las aves nocturnas hacía coro a los turbios deseos que en esos momentos cruzaban por su mente (…) –Blanco desgraciau, algún diya me las pagarás, algún diya”
La voz imparcial del cronista desmitifica en parte al bandolero, trocándolo en simple asaltante de caminos: “Acostumbraba ausentarse por varios días y no eran pocos quienes aseguraban que por las noches, Alama se iba a robar a los humildes arrieros… Sus primeros delitos los cometió en perjuicio de campesinos pobres e indefensas mujeres a quienes sorprendía por solitarios parajes”
Sin embargo, también registra la versión que hace de Alama la reencarnación piurana de Robin Hood, el héroe medieval que robaba a los ricos y lo repartía entre los pobres: “–Sí, miamito; Froylán nunca roba ni mata a los pobres, más bien a los ricos sí… y a los bandidos que abusan de los pobres y de las mujeres…” ; leyenda que ha quedado grabada en el imaginario popular y ha sido tema para canciones de conocidos bardos, como el desaparecido Jilguero del Huascarán y Manuel Acosta Ojeda, entre otros.
La novela también narra diversos hechos de sangre protagonizados por Alama en sus enfrentamientos con otros bandoleros o con las fuerzas del orden, así como anécdotas y hazañas amorosas.
Precisamente, una de estas hazañas fue la que propició su derrota, el 24 de setiembre de 1937, como narra Espinoza León, quien se basó en diversas fuentes orales y escritas para escribir esta notable historia.
A diferencia del relato que acabamos de comentar, que se desarrolla sobre todo en la costa de Piura, “El cacique Blanco” y “Páramo rojo” tienen como escenario la zona andina de este departamento, concretamente el distrito de Frías, en Ayabaca, y el poblado de Pambarumbe, en la provincia de Morropón, respectivamente.
Sin embargo, también registra la versión que hace de Alama la reencarnación piurana de Robin Hood, el héroe medieval que robaba a los ricos y lo repartía entre los pobres: “–Sí, miamito; Froylán nunca roba ni mata a los pobres, más bien a los ricos sí… y a los bandidos que abusan de los pobres y de las mujeres…” ; leyenda que ha quedado grabada en el imaginario popular y ha sido tema para canciones de conocidos bardos, como el desaparecido Jilguero del Huascarán y Manuel Acosta Ojeda, entre otros.
La novela también narra diversos hechos de sangre protagonizados por Alama en sus enfrentamientos con otros bandoleros o con las fuerzas del orden, así como anécdotas y hazañas amorosas.
Precisamente, una de estas hazañas fue la que propició su derrota, el 24 de setiembre de 1937, como narra Espinoza León, quien se basó en diversas fuentes orales y escritas para escribir esta notable historia.
A diferencia del relato que acabamos de comentar, que se desarrolla sobre todo en la costa de Piura, “El cacique Blanco” y “Páramo rojo” tienen como escenario la zona andina de este departamento, concretamente el distrito de Frías, en Ayabaca, y el poblado de Pambarumbe, en la provincia de Morropón, respectivamente.
Definiciones de algunos términos:
Bandido: Persona que comete actos delicuenciales en forma solitaria, no tiene jefe ni organización.Bandolero: Persona que actúa en banda, pertenece y está sometido a una organización.Montonero: Persona que, no teniendo valor para sostener una lucha cuerpo a cuerpo, la provoca cuando está rodeado de sus secuaces, armando movimientos.
El cacique blanco
El gran número de atropellos descritos por el autor pueden resumirse en las reflexiones de Presentación Córdova, uno de los afectados: “… sí, pensaba, compraré el terrenito de mi compadre en Chalaco, sí, allí no va a ir a joder Pelayos, ese demonio de hombre nos tiene a tuel’ pueblo cansau’ con tanto abuso, cuánto ganao nos ha matao, cuántas huertas ya de cosecha nos ha hecho cortar de tajo pa’ meter sus reses a nuestras tierras, cuántas casitas quemadas, cuántas pucaras y pircos tumbaos por ese hombre ques’ el mismo compactao…”
Debe consignarse también que los reclamos y denuncias de los abusos de Pelayo ante las autoridades judiciales o policiales no tenían ningún resultado favorable para los campesinos, sino, al contrario, por el poder político de los dueños de la hacienda.
Ante esta situación, Espinoza León anota: “Algunas familias decepcionadas del todo, y comprobando su miseria y desamparo por parte de las autoridades, huyeron a los Altos de Parihuanás y Quinchayo Grande a dedicarse a la crianza de ovejas, otros fueron a Jaén a buscar mejor suerte, a reunirse con sus hermanos de penurias, víctimas también de Pelayos…” A continuación agrega: “… los más valientes continuaron batallando sin resignarse a abandonar su terruño, aunque soportando el abuso constante, masticando su odio, planificando su venganza (las cursivas son mías), mitigando su desconsuelo en las reuniones en donde bebían aguardiente (…) y cantando ya bien embriagados sus tristes:
Cavila mi pensamiento
No puedo vivir contento
Desde que te conocí.
Cómo no he de sufrir
Cómo no he de morir
Si me quitan lo que es mío.
Yo no quisiera vivir
Como la piedra rodando
Vacilando vacilando
Como la flor del café.
Por supuesto que este relato contiene también un gran número de páginas con muchas referencias a las costumbres y el folclore de la zona andina piurana, particularmente de los distritos de Santo Domingo, Chalaco y Frías: el amor, las fiestas, las peleas de toros y de gallos, los duelos con espada o con chavetas de los lugareños, los modismos idiomáticos y algunos rasgos de la vestimenta y la gastronomía propios de dichas poblaciones, entre otros aspectos de la cotidianidad campesina.
Mención especial merece, asimismo, la inclusión de un relato breve acerca de una joven maestra, que inicia su vida profesional en una escuela rural, cuyos alumnos viven en condiciones de pobreza indecible.
Volviendo al tema central del relato, encontramos que los arrendatarios víctimas de los abusos y atropellos del administrador de la hacienda hicieron causa común, y gracias a la orientación de un curandero de las Huarinjas pusieron en marcha un plan para acabar con el ‘compactao’, como también lo llamaban al administrador, pues creían que tenía pacto con Satanás por su gran fuerza física y su crueldad.
Desde nuestro punto de vista, lo que singulariza aún más este relato es la decisión solidaria de la colectividad, que permitió acabar con la infamia que significó la existencia de un individuo que personificaba el orden social ignominioso del latifundismo, como lo confirman los versos con los que termina el relato:
“Cuando hay voluntá se puede
Tumbar hasta las montañas
Si con honor, ay, se quiere,
Vivir todas las mañanas”.
Tumbar hasta las montañas
Si con honor, ay, se quiere,
Vivir todas las mañanas”.
no
ResponderEliminarno me gusta
ResponderEliminarno me gusta el resumen
ResponderEliminarNo sirve :v
ResponderEliminar1xbet korean betting sites
ResponderEliminar1xbet korean betting sites. 바카라 · 1xbet deccasino korean betting sites · 1xbet korean betting sites. · 1xbet 1xbet korean betting sites. 1xbet korean · 1xbet korean betting sites.